viernes, 25 de febrero de 2011

PROGRAMA DOCENTIA

El programa docentia 

Los diversos enfoques sobre la evaluación de la actividad docente que surgieron sobre los años ochenta en España, y la constatación de que no se alcanzaban los objetivos planteados, han desembocado en la necesidad de que las universidades se doten de medios para garantizar que su profesorado está cualificado y es competente en el trabajo que desempeña, conforme a lo descrito en los criterios y directrices de ENQA.

El principal objetivo del programa DOCENTIA es favorecer la mejora de la enseñanza a partir del desarrollo de procedimientos de evaluación de la actividad docente realizados por las propias universidades y ajustados, por lo tanto, a sus necesidades. Se espera que las decisiones que adopten las universidades tras la evaluación (formación del profesorado, incentivos económicos, reconocimiento, promoción, etc.) contribuyan a mejorar la calidad de la actividad docente.

En otros países del EEES no se encuentran iniciativas de ámbito estatal como DOCENTIA, sino que se trata de iniciativas particulares de algunas universidades. Esto se debe, en gran medida, a que la tradición de la evaluación de la actividad docente en Europa está en manos de las propias universidades, que controlan la contratación y desempeño docente de su profesorado. En cualquier caso, los procedimientos para garantizar la calidad de la docencia están presentes en la medida en que se van introduciendo sistemas de la garantía de calidad en las universidades, acercándose al cumplimiento de los criterios y directrices europeas. El valor del programa DOCENTIA estriba principalmente en los siguientes aspectos:

– Se parte de un modelo común y cada universidad lo adapta a sus necesidades y contexto. El concepto de calidad es algo que tiene sentido en un contexto determinado, de ahí que los sistemas de evaluación de las universidades puedan diferir unos de otros. La base común permitirá estudios comparados.

– Se potencia el cambio de cultura en las universidades. La responsabilidad de garantizar la calidad de la docencia recae en cada universidad, por lo que la evaluación de la docencia debe estar claramente vinculada al plan estratégico de cada universidad y a sus políticas de profesorado.

– Se implica a todos los agentes interesados, que se convierten en las fuentes de información del sistema. Por primera vez participan en el procedimiento de evaluación de la actividad docente los propios profesores que se someten a evaluación, los responsables académicos de los departamentos y de las facultades o centros, los estudiantes y otros profesores que actúan como evaluadores externos. Todas las fuentes de información son consultadas acerca de la planificación, el desarrollo y los resultados de la actividad docente del profesor evaluado, con lo que se puede contrastar la información y detectar coincidencias y discrepancias en las valoraciones.

Marco de referencia del programa.

El Programa de apoyo a la evaluación de la actividad docente del profesorado universitario se enmarca en el conjunto de actuaciones destinadas a construir un escenario que favorezca los principios de calidad, movilidad, diversidad y competitividad entre universidades europeas creando un Espacio Europeo de Educación Superior.

Con relación al principio de calidad, uno de los pilares del Espacio Europeo de Educación Superior, se han desplegado diferentes iniciativas para favorecer su desarrollo. Uno de las más loables ha tomado la forma de un conjunto de Criterios y directrices para la garantía de la calidad en el Espacio Europeo de Educación Superior promovidos por la European Association for Quality Assurance in Higher Education (ENQA).

Entre dichos criterios y directrices se recoge el criterio de la garantía de calidad del personal docente que establece que las instituciones deben disponer de medios para garantizar que el profesorado está cualificado y es competente para ese trabajo. Igualmente en las directrices que acompañan a dicho criterio se establece que:

Las instituciones deben asegurarse de que los procedimientos de contratación y nombramiento de su personal docente incluyen los medios para verificar que todo el personal nuevo dispone, por lo menos, de un nivel mínimo de competencia. Deben darse oportunidades al personal docente para que desarrolle y amplíe su capacidad de enseñanza y estimularles para que saquen partido de sus habilidades. Las instituciones deben proporcionar oportunidades a los profesores de bajo rendimiento para que mejoren sus habilidades de forma que alcancen un nivel aceptable. Deben, así mismo, disponer de los medios que permitan darles de baja de sus funciones docentes si se demuestra que continúan siendo ineficaces.

Por ello, la evaluación del profesorado de nueva contratación así como de la actividad docente que desarrolla el profesorado ya en ejercicio se revela como una de las claves para conocer tanto el nivel competencial del personal docente como adoptar decisiones con relación a su desarrollo profesional.

Por otra parte, el Programa de apoyo a la evaluación de la actividad docente del profesorado universitario se desarrolla conforme a lo establecido en el documento Criterios y directrices para la acreditación de enseñanzas universitarias conducentes a títulos oficiales españoles de grado y máster, elaborado por ANECA. Dicho documento establece la necesidad de que el diseño y desarrollo de un título oficial se realice bajo un sistema de garantía de la calidad.

El sistema de garantía de calidad propuesto exige de los responsables académicos de un plan de estudios tomar en consideración el acceso y la orientación de los estudiantes, los objetivos, estructura y desarrollo del plan de estudios, la calidad de los recursos humanos y materiales, así como los resultados obtenidos. En consecuencia, la evaluación de la actividad docente se entiende en este Programa como parte de un sistema, desarrollado por una institución, para garantizar la calidad de los planes de estudio que imparte.

La evaluación de la actividad docente del profesorado también debe estar alineada con el marco estratégico definido por la Universidad en la que se imparte el Plan de estudios que, en definitiva, establece la política de profesorado.

La política de profesorado de una Universidad comprende no sólo una toma de posición sobre la evaluación de la actividad docente sino también sobre otros aspectos tales como la formación, la promoción o los incentivos económicos.

Igualmente, el Programa de apoyo a la actividad docente del profesorado universitario responde a los requerimientos de la legislación vigente sobre la obligatoriedad de una evaluación de las actividades docentes, investigadoras y de gestión del profesorado universitario.

Finalmente, para garantizar el rigor de la evaluación y su adecuación a los objetivos previstos, en el diseño del Programa se han tenido en cuenta los estándares establecidos por organizaciones internacionalmente reconocidas sobre la evaluación del personal. Nos referimos a The Personnel Evaluation Standards, elaborados por el The Joint Commite of Standards for Educational Evaluation, como referencia para diseñar, desarrollar y valorar las evaluaciones del personal. Los estándares, dictados por dicho Comité, orientan sobre la propiedad, utilidad, viabilidad y precisión que debe acompañar a todo proceso de evaluación del personal.

Objetivos del programa.


El Programa de apoyo a la evaluación de la actividad docente del profesorado universitario se puede perfilar a través de la definición de su misión, visión y objetivos.

Misión:

Facilitar y apoyar la evaluación de la actividad docente del profesorado en el sistema universitario.

Visión:

Disponer de un modelo validado de evaluación de la actividad docente del profesorado que sea apropiado, útil, viable y preciso.

Objetivos del Programa:

El Programa de apoyo a la evaluación de la actividad docente del profesorado universitario pretende dar respuesta a los siguientes objetivos:

Proporcionar un marco de referencia, un modelo y unos procedimientos que permitan abordar la evaluación de la actividad docente que se desarrolla en las universidades, situando dicha evaluación en el marco de las prácticas al uso internacionalmente reconocidas, así como alineando la evaluación de la actividad docente con los criterios de garantía de calidad de las titulaciones universitarias.

Favorecer el desarrollo del profesorado, su promoción personal y profesional, de modo que pueda ofrecer un mejor servicio a la sociedad, y apoyar individualmente al profesorado proporcionándole evidencias contrastadas sobre su actividad docente.

Favorecer el proceso de toma de decisiones relacionadas con la evaluación, que afectan a diferentes elementos en la política y gestión de los recursos humanos.

Contribuir al necesario cambio cultural en las universidades que supone la evaluación de la actividad docente y potenciar el intercambio de experiencias entre las universidades para la mejora continua de la actividad docente.


Ser una herramienta para favorecer la cultura de la calidad alineando la actividad docente del profesorado con los objetivos de la institución.

Enfoque para la evaluación de la actividad docente.


La actividad docente cabe definirse como el conjunto de actuaciones, que se realizan dentro y fuera del aula, destinadas a favorecer el aprendizaje de los estudiantes con relación a los objetivos y competencias definidas en un plan de estudios y en contexto institucional determinado. En consecuencia, la actividad docente implica la coordinación y gestión de la enseñanza a clase vacía, el despliegue de métodos de enseñanza, actividades de aprendizaje y de evaluación a clase llena, así como la posterior revisión y mejora de las actuaciones realizadas.

En este programa se entiende por evaluación de la actividad docente la valoración sistemática de la actuación del profesorado considerando su rol profesional y su contribución para conseguir los objetivos de la titulación en la que está implicado, en función del contexto institucional en que esta se desarrolla.


Por otra parte, la actividad docente del profesorado implica diferentes actuaciones dirigidas a organizar, coordinar, planificar y enseñar a los estudiantes, así como a evaluar el aprendizaje. Dichas actuaciones se despliegan en respuesta a los objetivos formativos y competencias que se pretenden favorecer en los estudiantes.

La evaluación de la actividad docente debería entenderse como una evaluación interna que la universidad realiza de su profesorado para garantizar el cumplimiento de los objetivos de las enseñanzas que imparte. El desarrollo de esta evaluación no es óbice para que participen agentes externos, cuando se requiera por alguna instancia externa o por la propia universidad.

Los resultados de la actividad docente se traducen en términos de los avances logrados en el aprendizaje de los estudiantes y en la valoración expresada en forma de percepciones u opiniones de estudiantes, egresados, responsables académicos y del propio profesorado.

Las innovaciones en la enseñanza se sustentan sobre la formación y la reflexión que realizan los profesores como resultado de su actividad docente.

Finalmente, los resultados de la actividad docente son también el fundamento de la revisión y mejora de los planes de estudios. De modo que desde dichos resultados se inicia un nuevo ciclo de formación.

Modelo de evaluación de la actividad docente.
La praxis de la evaluación de la actividad docente no es una novedad en nuestras universidades. Desde principios de los ochenta esta evaluación viene desarrollándose bajo diferentes formas y en respuesta a distintas finalidades.

Las actuaciones emprendidas por las universidades han respondido en general a un perfil caracterizado por la ausencia de un modelo global de evaluación del profesor y por su escasa o nula vinculación tanto con las acciones formativas posteriores desarrolladas por las universidades como con el reconocimiento explícito del bien hacer del profesorado.

Por otra parte, la repercusión de las evaluaciones individuales de la actividad docente también fue escasa o nula en los concursos de promoción del profesorado y en la valoración de su productividad en forma de retribuciones adicionales.

Pese a la promulgación de la Ley Orgánica 6/2001 en la que se explicitó con más detalle la obligatoriedad de una evaluación de las actividades docentes, investigadoras y de gestión del profesorado, las actuaciones desarrolladas por los diferentes agentes evaluadores, por lo que respecta a la actividad docente, han tenido en general un tratamiento asimétrico y parcial.

En este contexto, la propuesta de ANECA es la de un modelo comprensivo que permita a las universidades desarrollar propuestas de evaluación orientadas a distintas finalidades. Así, el Programa de Apoyo a la Evaluación de la Actividad Docente del profesorado universitario toma como base un modelo que considera las actuaciones que realiza el profesor fuera y dentro del aula, los resultados que de ellas se derivan, así como su posterior revisión y mejora en términos de formación e innovación docentes.

El modelo en el que se fundamenta este Programa considera tres dimensiones como objeto de evaluación de la actividad docente: planificación de la docencia, desarrollo de la enseñanza y resultados. Estas tres dimensiones tienen como transversalidad la dedicación docente que actuaría como una dimensión cero o condición previa, de modo que si el profesor no desarrolla las actuaciones que la describen no procedería determinar la calidad de la misma.

Las dimensiones consideradas se desagregan en los siguientes elementos:

I. PLANIFICACIÓN DE LA DOCENCIA
Organización y coordinación docentes:

Modalidades de organización de la enseñanza (clases prácticas, prácticas externas, seminarios, clases teóricas, tutorías, etc.).

Coordinación con otras actuaciones docentes, en el ámbito de una titulación y de acuerdo con la política del Centro y los departamentos.

Planificación de la enseñanza y del aprendizaje con relación a las materias o asignaturas impartidas.

Resultados de aprendizaje previstos.


Actividades de aprendizaje previstas.

Criterios y métodos de evaluación.

Materiales y recursos para la docencia.

II. DESARROLLO DE LA ENSEÑANZA
Desarrollo de la enseñanza y evaluación del aprendizaje:

Actividades de enseñanza y aprendizaje realizadas.

Procedimientos de evaluación aplicados.

III. RESULTADOS
Resultados en términos de objetivos formativos logrados por los estudiantes.

Revisión y mejora de la actividad docente: formación e innovación.

Los criterios de evaluación de la actividad docente, alineados con las dimensiones anteriores, son los siguientes:

Adecuación: La actividad docente debe responder a los requerimientos establecidos por la Universidad y el Centro con relación a la organización, planificación, desarrollo de la enseñanza y a la evaluación del aprendizaje de los estudiantes. Dichos requerimientos deben estar alineados con los objetivos formativos y competencias recogidas en el plan de estudios y con los objetivos de la institución.

Satisfacción: La actividad docente debe generar una opinión favorable de los demás agentes implicados en la enseñanza, en especial de estudiantes, colegas y responsables académicos.

Eficiencia: La actividad docente, considerando los recursos que se ponen a disposición del profesor, debe propiciar el desarrollo en los estudiantes de las competencias previstas en un plan de estudios; en definitiva, el logro de los resultados previstos.

Orientación a la innovación docente: La actividad docente debe abordarse desde una reflexión sobre la propia práctica que favorezca el aprendizaje del profesorado, a través de la autoformación o la formación regulada por otras instancias, y debe desarrollarse desde una predisposición a introducir cambios que afectan al modo en que se planifica y se desarrolla la enseñanza o se evalúan los resultados de la misma.

Fuentes y procedimientos de evaluación de la actividad docente.


ANECA como adenda a este modelo de evaluación desarrollará un procedimiento y un conjunto de herramientas e instrumentos para facilitar la recogida de información sobre la que fundamentar la valoración.

Las universidades que participen en este programa podrán seleccionar aquellas fuentes y métodos de recogida de información que estimen más adecuadas a los objetivos e implicaciones de la evaluación y que resulten acordes con los procedimientos establecidos para la evaluación de la actividad docente del profesorado.

La elección de unas determinadas fuentes y procedimientos de recogida de información está condicionada al cumplimiento de determinados requisitos que aseguren la calidad de la información que debe servir de base a la evaluación.

Las fuentes y procedimientos seleccionados deberían tener las siguientes características:

1.- Han de evitar posibles sesgos en la información recogida. Para ello, junto a los procedimientos de medida de las percepciones (opiniones de estudiantes, egresados, autoinformes, etc.) habría que aplicar otros que sirvan de contraste (rendimiento de los estudiantes, evaluación por colegas a través de la observación, evidencias documentales, etc.).

2.- Han de ser válidos. Para ello se utilizarán diferentes fuentes de información con relación a una misma dimensión, de modo que al recoger las percepciones sobre la satisfacción docente deberían tenerse en cuenta las opiniones de diferentes fuentes (estudiantes, egresados, responsables académicos, etc.).

3.- La evaluación debería apoyarse en la interacción con los evaluados. Para ello, sería necesaria la elección de procedimientos que permitiesen a los profesores reflejar su propia visión de la actividad docente. En este sentido, la evaluación debería apoyarse en procedimientos de recogida de información tales como la autoevaluación o la entrevista a profesores.

4.- Las fuentes y formas de evaluación han de ser viables. La evaluación de la actividad docente, dada la diversidad de técnicas e instrumentos existentes, podría apoyarse en el uso de numerosas fuentes y procedimientos, pero esa misma riqueza de recursos podría hacer inviable su puesta en práctica. En consecuencia, se hace necesario reducir tanto las fuentes como las formas de obtener información sobre la que fundamentar la evaluación de la actividad docente.

Desarrollo del programa.

Para el desarrollo del Programa de Apoyo a la Evaluación de la Actividad Docente deben tenerse en cuenta tres agentes: las universidades, las agencias autonómicas de evaluación y ANECA.


La Universidad, como institución responsable de la educación superior, deberá establecer las finalidades a las que responde la evaluación; si entre las finalidades explicitadas está la de estimular y reconocer la actividad docente mediante la asignación de complementos retributivos al profesorado, en el desarrollo del programa también debería contemplarse la intervención de la comunidad autónoma correspondiente.


- Presentación y convocatoria.
En una primera etapa de desarrollo del programa, ANECA presentará el modelo y el procedimiento de evaluación a las universidades invitándolas a colaborar en el desarrollo del mismo. El programa también será presentado a las agencias autonómicas de evaluación con las que ANECA podrá llegar a acuerdos de colaboración. La participación de las universidades se concretará en una convocatoria pública en la que se fijarán, a partir de un convenio entre ANECA y la Universidad o entre ANECA y la Agencia de evaluación autonómica, las condiciones de participación.


- Diseño y reconocimiento.
Las universidades que participan en el Programa de Apoyo a la Evaluación de la Actividad Docente, de acuerdo con el modelo recogido en este documento o el diseñado por su correspondiente agencia económica, deberá elaborar un documento o manual para la evaluación de la actividad docente de su profesorado. Dicho manual o documento, en su caso, será reconocido por la agencia correspondiente.

El manual o documento deberá recoger al menos los siguientes aspectos:
Dimensión estratégica de la evaluación. Se deberá concretar el objeto, ámbito de aplicación así como las finalidades de la evaluación (formación y promoción del profesorado, complementos retributivos, etc.).

Especificaciones del modelo. Se deberá señalar aquellas especificaciones que la Universidad considere oportunas para desplegar el modelo desarrollado por ANECA, conforme a las finalidades y características de la evaluación estratégicamente definidas.

Criterios de evaluación. Se deberá determinar de modo preciso los prerrequisitos para que la actividad docente pueda ser evaluada, los estándares de adecuación o de excelencia contra los que se realiza la evaluación, los mínimos a considerar, los méritos relevantes, etc.


Procedimientos para el desarrollo de la evaluación. Se deberá recoger los procedimientos adoptados por la Universidad para llevar a cabo la evaluación, con indicación de los mecanismos de transparencia y salvaguarda, los agentes implicados, etc. Asimismo, el manual o documento deberá establecer la composición de los comités de evaluación de la universidad indicando si formarán parte de ellas expertos externos a la Universidad, para solventar los conflictos de intereses que puedan derivarse de la evaluación. En tal caso, las universidades podrán solicitarlos a ANECA o a las Agencias autonómicas de evaluación.

Fuentes y formas de evaluación. Se deberá determinar las fuentes, técnicas y herramientas que van a utilizarse para recoger la información sobre la actividad docente.

Toma de decisiones. Se deberá determinar de modo preciso las pautas para la adopción de las decisiones que se deriven de la evaluación según la naturaleza de las mismas, señalando los agentes implicados y el procedimiento para adoptarlas.

Difusión de los resultados de la evaluación. Para salvaguardar la confidencialidad de las evaluaciones individuales y singulares que se realicen, el Manual o documento deberá expresar de formar clara y determinante, de acuerdo con la dimensión estratégica definida por la Universidad, qué resultados de la evaluación se difunden, a quién y cómo.

El reconocimiento de los procedimientos previstos por la Universidad para desarrollar la evaluación, recogidos en el manual o documento para la evaluación de la actividad docente, se llevará a cabo por una Comisión de evaluación compuesta por cinco miembros designados en la forma que establezca el convenio de colaboración entre ANECA y las agencias autonómicas.

En el convenio que regule la colaboración entre ANECA y una Agencia de evaluación autonómica o entre ANECA y una Universidad deberá especificarse la composición y nombramiento de los comités de evaluación, la formación de los evaluadores, el calendario de desarrollo y las obligaciones económicas de las partes. Dicha composición asegurará la presencia de agentes externos a la universidad o a la Comunidad Autónoma.


- Desarrollo.
En una siguiente fase, la Universidad realiza las actuaciones previstas en el Manual para la evaluación de la actividad docente. Las universidades, para llevar a cabo la evaluación de la actividad docente, podrán contar con el apoyo de ANECA o las Agencias autonómicas de evaluación para formar los comités de evaluación o articular su composición.

En un período de dos años, las universidades que se inicien en el Programa evaluarán la actividad docente de su profesorado siguiendo el procedimiento establecido en sus correspondientes manuales. En dicho período, que tendrá un carácter experimental, ANECA o la Agencia autonómica de evaluación reconocerán los procedimientos desarrollados por las universidades para evaluar a sus profesores.

- Seguimiento.
ANECA y las Agencias autonómicas, con las que se haya firmado convenio, aplicarán mecanismos para el seguimiento previamente diseñados. Para ello se creará una Comisión de Seguimiento formada por un Presidente y Secretario propuestos por ANECA y un representante de cada una de las agencias implicadas.

ANECA, Agencias Autonómicas y universidades, revisarán periódicamente el modelo y el procedimiento marco establecidos para mejorarlos y, atendiendo a nuevas demandas y necesidades detectadas en el ámbito de la evaluación de la actividad docente, introducirá las innovaciones que se precisen para garantizar la calidad de dicha evaluación.

- Certificación.
Transcurrida la fase de experimentación, ANECA o la Agencia autonómica de evaluación certificará los resultados que se obtengan, con el procedimiento de evaluación aplicado en la Universidad, por un período de tres a cinco años.

Dicho proceso lo realizará el Comité de Certificación que estará formado por cinco miembros designados en la forma que establezca el convenio de colaboración anteriormente citado y en el que, en todo caso, asegurará la presencia de agentes externos a la Universidad o a la Comunidad Autónoma.

A tener en cuenta.
Se debe tener en cuenta el estrecho vínculo entre los diversos programas o actividades que ponen en marcha las universidades con el objetivo de garantizar la calidad de sus ofertas formativas. Así, las universidades, en el marco del programa DOCENTIA, diseñan procedimientos para evaluar la calidad de la actividad docente de su profesorado como un medio para garantizar y mejorar dicha calidad. Estos procedimientos se integran en los SGIC, al constituir el profesorado uno de los factores claves del aseguramiento de la calidad.

Finalmente, la universidad, para realizar el seguimiento de la evaluación de la actividad docente de su profesorado, puede utilizar los procedimientos y técnicas de recogida de información definidos previamente con este fin en el SGIC, y registrar en dicho sistema los datos e indicadores obtenidos en el seguimiento de la evaluación de la actividad docente. Resultados de participación y evaluación en el programa DOCENTIA En lo que respecta a las dos convocatorias del programa DOCENTIA, han solicitado la participación un total de sesenta y ocho universidades (Tabla 3.2.1.), de las que cinco, finalmente, no han presentado sus diseños a evaluación (reflejados como “diseño no presentado”). En cuanto a resultados de evaluación, cincuenta y tres universidades han obtenido un informe positivo por lo que están en disposición de comenzar con la fase de implantación de sus diseños que deberá ser, como mínimo, de dos años de duración. En el curso 2008/2009 han comenzado con esta fase veintiséis diseños, lo que supone la mitad del total de diseños favorables. Finalmente, hay dos universidades que figuran como “pendientes de evaluación” por haberse desarrollado con retraso la convocatoria de evaluación y ocho universidades que, teniendo que modificar alguna parte de sus diseños para obtener un informe favorable, todavía no han remitido estos diseños modificados.

En el caso particular de Catalunya, su experiencia en la evaluación de la actividad docente desde el curso 2003, sirvió de punto de partida del programa DOCENTIA, al que se incorporaron desde el inicio, incluyendo las evaluaciones ya realizadas. Es por esto que, en el curso 2008-2009, se realizó la acreditación del proceso de evaluación docente41, contenido en los manuales de evaluación de las universidades públicas catalanas. Todos ellos han quedado acreditados hasta el 31 de diciembre de 2012. Las universidades privadas de Catalunya están en la fase de preparación de su informe de seguimiento. 41 Proceso de auditoría in situ en el que un comité externo revisa los expedientes individuales de evaluación para acreditar que el manual se aplica de acuerdo con lo que el diseño del mismo establece.

Conclusiones
El programa DOCENTIA ha propiciado la creación de diseños de evaluación de la actividad docente ajustados a cada universidad, lo cual supone una clara ventaja en los que respecta al perfecto ajuste de cada modelo al funcionamiento de la universidad. Los diseños propuestos, aun siendo sistemáticos e integrales —dado que comprenden todas la actividades de enseñanza, desde la planificación a los resultados académicos de los estudiantes—, deberían mejorar en su proceso de implantación para lograr:

a. Un mayor de grado discriminación en términos de calidad al valorar la actividad docente de los profesores. En este sentido, cabe preguntarse si, en cada universidad, tales procedimientos están consiguiendo distinguir realmente al PDI en función e su desempeño.
b. Una presencia más destacada de los resultados y el rendimeinto académico del alumnado como elemento explicativo de la calidad de la actividad docente.
c. Informes más descriptivos y útiles (para los propios docentes, la universidad y las agencias) de las valoraciones realizadas a los profesores. d. Una relación más clara y operativa entre los resultados de evaluación y las decisiones de formación, promoción o reconocimiento al profesorado.

Finalmente, es importante mencionar que el diseño de procedimientos de evaluación de la actividad docente a través del Programa DOCENTIA está teniendo consecuencias positivas para las universidades en el proceso de verificación de los títulos, dado que la universidad pone de manifiesto su compromiso de garantizar la calidad del profesorado en los proyectos de títulos que pretende implantar. La puesta en marcha de estos procedimientos de evaluación, fase en la que se encuentran la mayoría de las universidades en el curso 2008-09, es especialmente relevante en el proceso de seguimiento de los títulos y su posterior acreditación, ya que la universidad deberá demostrar a todos los agentes sociales que está cumpliendo con sus compromisos de garantía de la calidad.

Para ver los resultados:

http://www.agae.es/include/files/agae/Informe_Calidad_2009.pdf (pp. 87-88)

LINKS DE INTERÉS

http://www.ucm.es/info/ucmp/pags.php?a=directorio&d=0017569 (programa docentia en la Universidad Complutense de Madrid)
http://www.agae.es/evaluacion/index.asp?pagina=docentia (programa docentia en Andalucía, todas la universidades)
https://docentia.usal.es/ (programa docentia en Universidad de Salamanca)
http://www.webs.ulpgc.es/calidad/index.php?option=com_content&view=article&id=26&Itemid=109&lang=es (programa docentia en Universidad de las Palmas de Gran Canaria)
http://www.ull.es/view/institucional/ull/Programa_DOCENTIA_-_ULL/es (programa docentia en Universidad de la Laguna, Tenerife)
http://www.usc.es/es/goberno/vrcaplan/docentia/ (programa docentia en la Universidad de Santiago de Compostela)